Con la resaca de la inauguración y el desfile por el Sena del “barco de la alegría”, con la imagen de Nadal portando la antorcha aún fresca en la memoria, este sábado llegó el éxtasis sin descanso. La primera medalla de España en los Juegos Olímpicos de París fue conquistada por Fran Garrigós en la categoría de -60 kg. Con gran tenacidad, que fue clave para su participación en el Champ de Mars Arena, Garrigós se colgó el bronce y vengó a su compañera Laura Martínez, quien minutos antes había caído en la misma lucha por el tercer puesto. Así, alzó los brazos y reescribió su historia y la del judo español, que llevaba 24 años sin conseguir una medalla olímpica desde Sídney 2000.
Fran Garrigós, de 29 años y nacido en Móstoles, ya había competido en Río 2016 y Tokio 2020, cayendo en primera ronda en ambas ocasiones. Tras la cita en Japón, consideró retirarse, al igual que Laura Martínez, quien también ha tenido momentos de duda en su carrera. Ambos decidieron darse una última oportunidad llegando, como mínimo, a París. Allí, en el país del judo, fueron recibidos por los Campos de Marte, junto a la Torre Eiffel, con más de 8.000 espectadores, entre ellos una gran hinchada española y hasta el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
El camino no fue fácil para Garrigós, quinto en el ranking mundial. En su primer combate, contra el belga Jorre Verstraeten, tuvo que ir al asalto de oro, donde logró vencer con un wazari. Luego se enfrentó al japonés Ryuju Nagayama, uno de los candidatos al oro, y lo derrotó con dureza, avanzando así en la competencia. En la zona mixta, su entrenador Quino comentaba sobre lo duro del combate y el trabajo acumulado. En el Dojo Quino de Brunete, Quino ha formado a cinco olímpicos en un pueblo de solo 10,000 habitantes, viviendo un carrusel de emociones durante la jornada apoyando a sus atletas.
Las derrotas comenzaron a pesar después de una mañana exitosa. Laura, tras alcanzar las semifinales, cayó ante la mongola Baasankhuu Bavuudor y luego no pudo ganar el bronce frente a la local Shirine Boukli. A pesar de los tropiezos, Fran resurgió con su tenacidad enfrentándose al georgiano Giorgi Sardalashvili y logrando la victoria que lo consagró. Esta medalla es un hito tanto para su carrera como para el judo español, consolidándolo como una leyenda tras su perseverancia y éxito en estos Juegos Olímpicos.
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