Pérez, Ricciardo y el complicado dilema del segundo piloto en Red Bull

El dilema de Red Bull sobre qué hacer con Sergio Pérez se profundizó durante el Gran Premio de Hungría. Mientras Pérez cometía otro inexplicable error en la clasificación y Max Verstappen luchaba por terminar en quinto lugar, McLaren disfrutaba de su mejor fin de semana de carrera en más de una década. La diferencia de puntos entre Red Bull y McLaren en el campeonato de constructores, que el año anterior era de 229 puntos, ahora es de solo 51 con 11 carreras restantes. La racha de malos resultados de Pérez es vista por muchos en la F1, incluidos personajes como Zak Brown, CEO de McLaren, como una ventaja que podría costarle el título a Red Bull.

La situación de Pérez en Red Bull se ha vuelto insostenible para algunos dentro del equipo, a pesar de haber firmado una extensión de contrato hasta 2025. Si no logra un milagro en el próximo Gran Premio de Bélgica, es probable que Spa sea su última carrera con Red Bull. Las tensiones internas han aumentado, especialmente después de su accidente en la clasificación del Gran Premio de Gran Bretaña, lo que llevó a conversaciones acaloradas entre altos ingenieros y el director del equipo, Christian Horner, sobre la capacidad del equipo para ganar el campeonato de constructores con Pérez en el equipo.

En cuanto a su reemplazo, Daniel Ricciardo se encuentra en una posición inusual. Después de una serie de actuaciones poco convincentes, su situación se aclaró con una sólida actuación en Budapest. Su experiencia y la buena relación con Horner lo colocan como un candidato viable, aunque algunos en el equipo dudan de que pueda recuperar la forma que mostró en su primera etapa con Red Bull. Otra opción es Liam Lawson, quien ha impresionado en sus oportunidades limitadas, pero la posibilidad de que la presión del asiento de Pérez sea demasiado para él preocupa a algunos dentro del equipo.

Por último, Yuki Tsunoda, a pesar de mostrarse competitivo, ha sido descartado por Horner debido a preocupaciones sobre su temperamento. Aunque Marko ha sido un gran defensor de Tsunoda, su influencia ha disminuido tras el fracaso con Nyck de Vries. Esta compleja situación deja a Red Bull en una encrucijada, evaluando cuidadosamente quién podría ser el mejor compañero para Verstappen en una de las temporadas más tensas y competitivas de los últimos tiempos.

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