Un día de 1988, una mujer se acercó al mostrador de un restaurante de comida rápida Wendy’s en South Milwaukee. Al ser atendida por Junior Bridgeman, un ex-jugador de la NBA, se sorprendió al verlo allí y luego llamó a una estación de radio local, lamentando que los jugadores de la NBA tuvieran que trabajar en Wendy’s después de retirarse. Bridgeman, quien jugó para los Milwaukee Bucks y Los Angeles Clippers, en realidad no solo trabajaba en ese lugar, sino que lo poseía junto con otros establecimientos en la ciudad.
Durante su carrera de 12 temporadas en la NBA, Bridgeman ganó alrededor de $2.95 millones, con un salario máximo de $350,000 por temporada. Al retirarse, construyó un imperio de comida rápida que llegó a tener más de 450 restaurantes por todo el país. También se convirtió en distribuidor de embotellado de Coca-Cola, adquirió las revistas Ebony y Jet, y acumuló una fortuna estimada cercana a los $600 millones, situándose entre los jugadores de la NBA más ricos, solo detrás de Michael Jordan, Magic Johnson y LeBron James. A diferencia de estos, Bridgeman logró su fortuna sin grandes contratos de patrocinio ni fama global.
Bridgeman siempre tuvo presente la importancia de la responsabilidad financiera. Desde principios de los años 90, ha compartido sus lecciones de vida y negocios con jugadores novatos y veteranos en la NBA, así como con equipos universitarios. Destaca la importancia de la educación financiera, especialmente ante el próximo aumento en derechos de media, que se espera eleve el tope salarial de la liga y produzca a los primeros jugadores que ganarán $100 millones por temporada.
Junior Bridgeman creció en una comunidad de clase trabajadora en East Chicago, Indiana, y trabajó varios empleos mientras era adolescente. Después de destacarse en el baloncesto, fue reclutado por los Lakers y transferido a los Bucks en un intercambio que llevó a Kareem Abdul-Jabbar a Los Ángeles. Tras retirarse de la NBA en 1987, se dedicó al mundo de los negocios, expandiendo su portafolio de Wendy’s y restaurantes Chili’s. Bridgeman ha promovido la alfabetización financiera entre los jugadores de la NBA, advirtiendo sobre los peligros de la mala administración del dinero, y ha trabajado para ayudar a otros a evitar los errores financieros que plagaron a muchas estrellas de su generación.
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