El mercado de fichajes de enero ofrece a los equipos una oportunidad crucial para reforzar sus plantillas en la lucha por títulos o para evitar el descenso. Además, es un momento clave para negociar con jugadores cuyos contratos están cerca de culminar. En este contexto, Mark Ogden y Gab Marcotti analizan qué movimientos debería considerar el Manchester United, destacando las decisiones esenciales sobre fichajes, renovaciones y posibles salidas.
El futuro de Ruben Amorim como entrenador es incierto. Aunque su contrato se extiende hasta 2027, Marcotti opina que el club debe decidir pronto si lo renovará para evitar buscar un sucesor a última hora. Ogden señala que Amorim debe demostrar mejoras significativas al cierre de esta temporada para mantener su puesto. Un lugar entre los seis primeros podría dar seguridad, pero perderse otra vez las competiciones europeas haría que su continuidad pareciera una pérdida de tiempo.
Respecto a jugadores veteranos, Casemiro y Harry Maguire enfrentan decisiones críticas. Casemiro, con contrato hasta junio, podría quedarse si acepta un rol menor, pero su continuidad depende de una significativa reducción salarial. Maguire, aunque se consideró su salida, podría recibir una extensión por un año, dada su reciente importancia en el sistema de Amorim. La situación de otros jugadores como Bruno Fernandes se complica debido a sus comentarios sobre el club, y Lisandro Martínez y Luke Shaw enfrentan dudas sobre su rol futuro en el equipo.
En cuanto a la llegada de nuevos jugadores en enero, hay un vacío evidente en el medio campo del United. Aunque un fichaje eficiente en pleno invierno podría ser difícil, se considera la opción de préstamos a corto plazo como Conor Gallagher o Rúben Neves. Al mismo tiempo, se busca dar salida a jugadores como Joshua Zirkzee y puede que, eventualmente, Tyrell Malacia y Manuel Ugarte, si el club logra evitar pérdidas significativas.
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