La temporada de transferencias del fútbol universitario se está calentando, especialmente para los quarterbacks, cuyos traspasos pueden ser rápidos y lucrativos. A partir del 2 de enero, miles de jugadores de FBS y FCS pondrán su nombre en el portal de transferencias, lo cual marcará el inicio de una intensa competencia por asegurarlos. Este año, los equipos buscan adquisiciones por cifras que oscilan entre 3 y 4 millones de dólares, y algunos incluso hasta 5 millones.
Uno de los jugadores más codiciados es Brendan Sorsby de Cincinnati, quien, tras transferirse desde Indiana, se ha convertido en uno de los principales mariscales de campo del fútbol universitario. Sorsby, con un físico impresionante y habilidades de juego dual, ha liderado a su equipo a un notable desempeño este año. Se considera uno de los quarterbacks más deseados del momento, con escuelas como Texas Tech, Indiana y LSU compitiendo por él.
Sam Leavitt de Arizona State tuvo un prometedor inicio en su carrera, llevándolos a títulos importantes, aunque su último año estuvo marcado por lesiones. Con dos años restantes, su mejor movimiento podría ser regresar a Oregón, su hogar natal, si busca maximizar su potencial. Otro nombre a observar es Drew Mestemaker de North Texas, quien pasó de ser una historia de superación a liderar la ofensiva más anotadora de FBS.
Entre otros quarterbacks destacados en el mercado de transferencias están Trinidad Chambliss de Ole Miss, quien busca una prórroga de elegibilidad, y Byrum Brown, antiguo de South Florida, quien podría seguir a sus entrenadores a Auburn. Cada uno de estos jugadores tiene sus propias historias y potencial para impactar significativamente en sus futuros equipos.
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