En Green Bay, Wisconsin, las esperanzas de los Packers en el partido contra los Ravens se vieron opacadas por desventuras. Malik Willis, el mariscal de campo suplente, brilló en su actuación más destacada en el fútbol profesional, reemplazando a Jordan Love, quien no superó el protocolo de conmoción. Sin embargo, Willis tuvo que abandonar el juego debido a molestias en el hombro derecho en el último cuarto, aunque estaba dispuesto a volver tras un examen rápido, pero el partido ya estaba decidido en la derrota por 41-24.
Los Packers ahora deben decidir quién jugará como mariscal de campo en el último partido de la temporada regular contra los Minnesota Vikings. Con su posición en los playoffs ya garantizada, como el séptimo sembrado de la NFC, el entrenador Matt LaFleur aún no tiene claro su enfoque para la próxima semana. La principal preocupación es la salud de Love tras la conmoción que sufrió la semana anterior.
Antes de salir del juego, Willis completó 18 de 21 pases para 288 yardas y un touchdown, además de correr para dos touchdowns más. La confianza de LaFleur en Willis permitió un juego aéreo profundo al completar seis de siete pases de más de 20 yardas. A pesar de apenas haber practicado y de un resfriado que afectó al equipo, Willis dejó una impresión positiva en una noche difícil para los Packers.
Aunque el futuro de Willis probablemente no esté en Green Bay, ya que será agente libre en la pretemporada, mostró potencial para aspirar a un puesto titular en otro equipo. Reflexionando sobre el partido, Willis expresó la esperanza de lograr una victoria en la próxima semana, analizando los errores actuales para mejorar su desempeño antes del final de la temporada.
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