El regreso de Giannis Antetokounmpo al campo fue espectacular, anotando 29 puntos y coronando la victoria de los Milwaukee Bucks por 112-103 sobre los Chicago Bulls con una volcada de molino al finalizar el partido. Esta acción, efectuada con solo dos segundos restantes, provocó tensión en la cancha y el descontento de algunos jugadores de los Bulls. Antetokounmpo explicó que su intención era mandar un mensaje claro a sus compañeros sobre la urgencia de encontrar su identidad y dejarlo todo en la cancha.
Tras perderse ocho partidos debido a una distensión en la pantorrilla derecha, Giannis destacó con un impresionante rendimiento, logrando un acierto de 10 de 15 en tiros en los 25 minutos que jugó. Milwaukee experimentó dificultades en su ausencia, con un récord de 2-6, ocupando el undécimo lugar en la Conferencia Este y un registro total de 13-19, situación que el propio Giannis comentó con preocupación.
El jugador griego mencionó la importancia de mantenerse saludable tras superar no solo la lesión actual sino también problemas previos en la ingle. “Finalmente estoy de vuelta y quiero ayudar a mi equipo a ganar”, dijo, subrayando la necesidad de luchar intensamente para mejorar la posición de su equipo en la liga.
La presencia de Antetokounmpo es esencial para Milwaukee, como lo resaltó su compañero Bobby Portis, quien señaló que tenerlo de regreso transforma completamente la dinámica del equipo. Milwaukee tiene un registro positivo de 10-8 cuando Giannis juega, lo que resalta su influencia crucial en el rendimiento del equipo. La reacción de jugadores como Coby White de los Bulls destaca la controversia que puede generar una acción tan espectacular como una volcada en momentos finales de un partido ya decidido.
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