La adaptación de Herta a la F2 podría definir la reputación global de IndyCar

Después de anunciar su salida de IndyCar en septiembre, Colton Herta realizó su primera prueba en F2 a principios de este mes. James Sutton, de Formula Motorsport Limited, capturó este sorprendente movimiento que recuerda a un deportista de la NFL regresando a la universidad para avanzar en su carrera. A sus 25 años, Herta, una de las figuras más reconocibles de IndyCar, busca convertirse en piloto de Cadillac en la F1, destacándose como un talento con proyección internacional.

Herta, quien debutó profesionalmente en IndyCar al mismo tiempo que Josh Allen en la NFL, logró significativos hitos a los 18 años, como ser el ganador más joven de IndyCar en 2019. Aunque está consolidado en IndyCar, su traslado a F2 se debe a la falta de puntos de licencia necesarios para competir en F1. Mario Andretti, campeón mundial de F1 en 1978, destacó esta maniobra estratégica de Herta y su compromiso de dar un paso atrás para luego avanzar hacia cumplir su sueño.

Entrenando en Abu Dhabi, Herta experimentó dificultades al adaptarse a F2, logrando los tiempos 14 y 19 más rápidos en los ensayos. Max Esterson, piloto en F2, explicó que las restricciones en el uso de los neumáticos Pirelli son un desafío, contrastando con su experiencia en IndyCar con Firestone. Esto exige una adaptación a un estilo de conducción diferente, lo que Herta está dispuesto a enfrentar en su búsqueda de una superlicencia.

Pato O’Ward, excompañero de equipo de Herta en Andretti y piloto de pruebas para McLaren en F1, apoya su decisión, reconociendo el riesgo personal que implica. Desde su perspectiva, el éxito de Herta en F2 elevaría la reputación de IndyCar, demostrando la calidad de sus pilotos. Sin embargo, también advierte que si Herta enfrenta dificultades, podría enfrentarse a críticas por parte de la apasionada base de fanáticos de la F1.

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