Durante la semana de Navidad, aunque se cree que los ejecutivos de la MLB descansan de las transacciones, muchas veces ocurren movimientos significativos que destacan en el béisbol. Por ejemplo, en 2023, los Dodgers firmaron al lanzador derecho Yoshinobu Yamamoto por 12 años y $325 millones, un acuerdo impresionante no solo por el talento de Yamamoto, sino también por la intensa competencia de varios equipos grandes que pujaron por él.
En 2006, Barry Zito firmó un contrato récord con los San Francisco Giants por siete años y $126 millones. Sin embargo, con el tiempo, el acuerdo no cumplió las expectativas debido a su rendimiento, acumulando solo 6.5 WAR durante su tiempo con el equipo. En contraste, una transacción que sí tuvo un impacto positivo fue la adquisición de Steve Finley y Ken Caminiti por los Padres en 1994, quienes desempeñaron roles cruciales en el éxito posterior del equipo.
Otro ejemplo notable fue la adquisición de Zack Greinke por los Milwaukee Brewers de los Kansas City Royals en 2010. Greinke, ya destacado en su carrera, fue un cambio importante para los Brewers, mientras que los Royals recibieron jugadores como Alcides Escobar y Lorenzo Cain, quienes aportaron sólidas temporadas en el futuro. Asimismo, Mark McGwire decidió regresar a los Oakland Athletics en 1992, firmando por cinco años y $28 millones, antes de ser traspasado a los Cardinals, equipo con el cual alcanzó mayor notoriedad.
Finalmente, la tradición de los Yankees de Nueva York de realizar grandes adquisiciones durante las vacaciones merece mención especial, con contratos significativos a lanzadores como Kenny Rogers y Carl Pavano. Aunque algunos movimientos resultaron exitosos, otros generaron más frustración que logros entre los aficionados. Estas transacciones subrayan la dinámica y a menudo impredecible naturaleza de las decisiones estratégicas de la MLB durante la temporada navideña.
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