En un emocionante encuentro, los Lions de Detroit cayeron ante los Steelers de Pittsburgh 29-24. La esperada remontada fue frustrada cuando dos touchdowns fueron anulados por interferencias ofensivas en los últimos 30 segundos. Dan Campbell, entrenador de los Lions, no culpó a los árbitros, afirmando: “No cerramos el juego, es parte de nuestra responsabilidad”.
En la última jugada, Jared Goff lanzó un pase a Amon-Ra St. Brown, quien devolvió el balón a Goff para un supuesto touchdown ganador. Sin embargo, se señaló una falta por empujar al defensa Jalen Ramsey, terminando el partido. La regla de la NFL establece que si hay una falta ofensiva en la última jugada, no se cuenta la anotación.
Jared Goff, quien lanzó para 364 yardas y tres touchdowns, apoyó a su entrenador pero criticó una de las decisiones de los árbitros como “mala llamada”. A pesar de la frustración, reconoció el desafío del trabajo arbitral. Según el árbitro Carl Cheffers, la penalización se debió a que un receptor novato, Isaac TeSlaa, creó una oportunidad indebida al bloquear a un defensor.
Con esta derrota, las esperanzas de playoffs de los Lions cayeron al 6%. El equipo tuvo problemas en el juego terrestre, alcanzando solo 15 yardas. Mientras tanto, Pittsburgh acumuló 230 yardas por tierra. Campbell enfatizó la necesidad de no rendirse, enfrentando sus últimos juegos contra Minnesota y Chicago con el objetivo de ganar.
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