En junio de 2023, los Suns adquirieron a Bradley Beal de los Washington Wizards tras haber conseguido a Kevin Durant de los Brooklyn Nets antes del cierre de ese año. El nuevo propietario Mat Ishbia celebró la creación de una nueva superestrella en la NBA. Tres meses después, los Milwaukee Bucks intercambiaron a Jrue Holiday por Damian Lillard para acompañar a Giannis Antetokounmpo en busca de otro título. Esto llevó a los Celtics a conseguir a Holiday y Kristaps Porzingis, resultando en el campeonato número 18 de la franquicia.
Estos movimientos sacudieron la liga, que ahora se encuentra en un panorama diferente dos años después. Un ejecutivo de la Conferencia Este comentó: “El nuevo acuerdo colectivo causó una corrección de mercado. Los equipos tuvieron que ser más inteligentes.” El valor de los jugadores estrella está cambiando, debido a las enormes contrataciones y el cuidado en cómo los equipos construyen sus plantillas, adaptándose a nuevas limitaciones salariales.
El segundo aprón salarial impuesto en el acuerdo de 2023 es un tema central. Josh Kroenke de los Nuggets mencionó cómo esto podría forzar a equipos a tomar decisiones difíciles sobre estrellas como Nikola Jokic. El valor de las superestrellas en contratos máximos se evalúa con más criticismo que antes, ya que el costo de un error podría ser altísimo. Un ejecutivo del Oeste comentó: “Ahora más que nunca, no se puede pagar de más por rendimientos pasados.”
Respecto a Giannis Antetokounmpo, su valor sigue siendo alto aun con nuevas restricciones. Un ejecutivo del Este afirmó que aunque es arriesgado, sigue siendo una inversión que muchos equipos considerarían. Sin embargo, otros jugadores, como Anthony Davis, presentan riesgos más evidentes, afectando sus mercados potenciales y el enfoque de equipos hacia contratos a largo plazo y selección de jóvenes promesas.
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