Este año, el juego entre Army y Navy promete ser diferente a los anteriores. A pesar de que estos encuentros suelen seguir un patrón, este enfrentamiento sugiere que podríamos ver un cambio. Con Army registrando 6-5 y Navy 9-2 esta temporada, las cifras detrás del juego apuntan a un posible resultado inesperado.
Army se enfrenta a desafíos significativos. Con un promedio de 4.8 yardas por jugada, sus drives requieren precisión y continuidad, siendo uno de los equipos con menos touchdowns de la temporada. Su defensa, que permite un juego cómodo a los oponentes, tampoco ayuda, siendo la segunda menos eficiente en presionar al quarterback con solo 14 capturas en toda la temporada.
Por otro lado, Navy ha evolucionado su ofensiva para ser más peligrosa y eficiente. Liderados por el quarterback Blake Horvath, se posicionan entre los diez mejores en yardas por jugada. Su capacidad para avanzar en el campo y finalizar drives les da una clara ventaja sobre Army, que necesita perfección en cada jugada para competir.
Apostar en Navy -6 parece lógico dado su perfil ofensivo y la incapacidad de Army para cerrar brechas significativas en el marcador. Además, el total de 37.5 es atractivo, considerando que la defensa de Army permite suficientes jugadas explosivas que podrían permitir a Navy cubrir este total por sí solo.
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