Sue Bird recibió una ovación impresionante al entrar a la cancha de Gampel Pavilion el domingo, evocando recuerdos de sus destacadas temporadas en UConn. En esta ocasión, se encontraba ahí para uno de los momentos más importantes de su carrera: el retiro de su camiseta número 10, acompañando a otras leyendas como Swin Cash y Rebecca Lobo, quienes también tienen sus números retirados.
“Este es mi hogar, aquí comenzó todo,” expresó Bird, destacando el honor inmenso de ver su camiseta elevada junto a otros nombres icónicos de los Huskies. Bird, miembro de los Salones de la Fama de Naismith y del Baloncesto Femenino, formó parte de dos equipos campeones nacionales en UConn, acumulando 1,378 puntos, 585 asistencias y 240 robos a pesar de una lesión en su año de novata. Su carrera continuó con un exitoso paso por la WNBA, donde ganó cuatro títulos con Seattle Storm, y cinco medallas de oro olímpicas.
El entrenador de UConn, Geno Auriemma, elogió a Bird como la mejor base en la historia del baloncesto universitario femenino. Bird llegó a UConn desde el prestigioso programa de secundaria Christ the King en Nueva York, junto a destacadas compañeras como Swin Cash y Asjha Jones. Auriemma ha mencionado que esta clase cambió la manera de jugar de los Huskies, consolidando un legado de éxitos.
Cuando Bird ingresó a UConn, el equipo tenía un título nacional, pero su llegada marcó el inicio de una era gloriosa en la que los Huskies lograron un récord de 12 campeonatos nacionales, transformando y elevando la cultura del baloncesto femenino universitario.
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