Mohamed Salah ha vuelto a ser el centro de atención debido a sus explosivos comentarios tras el empate 3-3 entre Liverpool y Leeds United, donde declaró haberse sentido “traicionado” por el club. La estrella egipcia, que observó desde el banquillo, criticó al equipo y aseguró que había sido culpado injustamente por la reciente mala racha.
En su entrevista, Salah mencionó promesas incumplidas de la directiva y una deteriorada relación con el entrenador Arne Slot, a quien señaló por su exclusión del once titular. Este distanciamiento llega apenas meses después de que ambos celebraran juntos el título de la Premier League, marcando un drástico cambio en su vínculo.
La situación se agrava para Salah, quien ya había mostrado un espíritu crítico el año pasado. Con sólo cinco goles en 18 partidos esta temporada, el desgaste es evidente. Salah hizo pública su frustración tras no participar en los partidos cruciales contra Sunderland y Leeds, a pesar de su estatus como uno de los mejores del equipo.
El futuro de Salah en Liverpool es incierto. Con rumores de una posible salida en enero, su partido contra Brighton podría ser el último. Este escenario plantea un dilema para el club: respaldar a su estrella goleadora o al técnico Slot, cuyas decisiones recientes han sido cuestionadas. La tensión está al máximo en Anfield, donde la directiva debe tomar decisiones cruciales para el futuro inmediato del equipo.
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