El guardia de los Nuggets, Jamal Murray, fue considerado duda antes del partido contra los Indiana Pacers el miércoles por la noche. Sin embargo, al comenzar el partido, demostró estar en plena forma. Apenas dos noches después de torcerse el tobillo derecho, Murray tuvo una de las actuaciones más eficientes de la temporada en la NBA. Encestó 19 de 25 tiros, incluyendo un impresionante 10 de 11 en triples, terminando con un máximo de temporada de 52 puntos en la victoria 135-120 sobre los campeones defensores de la Conferencia Este.
Su increíble efectividad del 91% desde larga distancia igualó el récord en un juego en la historia de la NBA (mínimo 10 intentos). “Sigue lanzando”, comentó Murray sobre lo que pensaba mientras encestaba. “Lo he hecho tanto tiempo, no hay necesidad de simplificarlo. Simplemente jugar, divertirse.”
El comisionado de la NBA, Adam Silver, fue testigo de esta increíble actuación que el entrenador de los Nuggets, David Adelman, describió como uno de los juegos de 50 puntos más eficientes de los últimos tiempos. Bruce Brown, compañero de equipo, comentó que la facilidad en el juego de Murray hizo que su trabajo fuera más sencillo, ya que solo debía pasarle el balón y dejarlo actuar.
Murray no solo brilló en el marcador; también logró seis rebotes, cuatro asistencias y solo una pérdida de balón, lo que marcó su segundo juego con al menos 50 puntos, un 75% de efectividad en sus tiros y menos de dos pérdidas. A pesar de haber iniciado el partido con ciertas dudas sobre su lesión, Murray nunca dudó de su capacidad para contribuir significativamente al equipo. Según él, la diferencia con respecto a otros partidos estuvo en la defensa, destacando que esta fue clave para alimentar su ofensiva.
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