En diciembre de 2021, Jacob Rodriguez se sentía perdido después de terminar su primera temporada en Virginia como quarterback. El entrenador Bronco Mendenhall renunció inesperadamente, y con pocas oportunidades como mariscal de campo, Jacob decidió transferirse. Texas Tech le ofreció una oportunidad con dos condiciones: no había becas disponibles y no necesitaban un QB, por lo que tendría que convertirse en linebacker bajo las órdenes del nuevo entrenador, Joey McGuire. Para financiar sus estudios, Jacob tomó un préstamo estudiantil.
Cuatro años después, Rodriguez se ha convertido en el mejor linebacker del fútbol universitario, liderando a los Red Raiders hacia un campeonato de la Big 12 y una posible plaza en el College Football Playoff. Ahora, es un capitán con bigote y sombrero vaquero, casado con una piloto de helicóptero del ejército, y disfruta de una impresionante temporada senior mientras Texas Tech lo promueve para el Trofeo Heisman. Con más de 100 tackles, siete balones sueltos forzados y cuatro intercepciones, ningún defensor universitario ha logrado estadísticas como las suyas en los últimos 20 años.
A lo largo de su vida, Jacob ha buscado cumplir su sueño de ser quarterback, pero la realidad lo llevó por otro camino. Tras una breve carrera como mariscal de campo en Virginia, aceptó el reto de jugar como linebacker en Texas Tech. Aunque al principio fue complicado adaptarse a la nueva posición, con el tiempo se destacó, convirtiéndose en un jugador clave gracias a su esfuerzo inquebrantable y su inteligencia en el campo. Su madre, Ann, recuerda que aceptar un futuro como linebacker fue difícil para él, pero decidió hacer lo que fuera necesario para crecer.
Texas Tech ha hecho esfuerzos por llevar a Rodriguez a la ceremonia del Heisman, incluso crearon jugadas especiales para que volviera a jugar como QB ocasionalmente, sorprendiéndolo y emocionándolo. Esta temporada, su contribución ha sido crucial, y su liderazgo y habilidades han conducido al equipo a nuevos horizontes. A pesar de que sus sueños cambiaron de rumbo, Jacob no cambiaría nada de su camino, reconociendo el valor de todas las experiencias que lo han llevado hasta aquí.
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