La entrenadora del USWNT, Emma Hayes, ha denominado al grupo sub-23 como “una generación perdida”, pero su programa de reformas está comenzando a dar frutos para el Mundial 2027. Tras una victoria 4-2 sobre el equipo sub-23 de Inglaterra, con destacadas actuaciones de jugadoras de la NWSL como Emeri Adames, Maddie Dahlien, Sarah Weber y Ally Sentnor, se muestra el progreso hacia un equipo más competitivo. Sentnor, quien busca aumentar su confianza jugando con las sub-23, destacó el honor de formar parte de este grupo.
Emma Hayes se ha inspirado en el modelo de Inglaterra para reconstruir el camino sub-23 en EE. UU. Inglaterra, bajo la dirección de Sarina Wiegman, integró exitosamente jóvenes talentos a su equipo senior, y Hayes apunta a un enfoque similar. Subrayó la falta de oportunidades pasadas para las jugadoras entre sub-20 y nivel de selección absoluta, algo que está corrigiendo con su nueva estrategia.
Desde su designación, Hayes ha trabajado para completar el programa sub-23 en EE. UU. y ya está viendo resultados. Ally Sentnor, por ejemplo, ha podido mejorar aspectos de su juego en este entorno, lo que ha beneficiado tanto a su desarrollo personal como al equipo senior. Jaedyn Shaw también ha aprovechado este sistema para perfeccionar su juego según las necesidades señaladas por Hayes.
El programa sub-23 está evolucionando hacia un enfoque más profesional, alejándose del fútbol universitario. Hayes ha utilizado a 50 jugadoras en sus 30 partidos como entrenadora, con más del 30% de ellas menores de 23 años, demostrando cómo la integración de este grupo puede impactar positivamente el futuro del equipo. Con miras al Mundial 2027 en Brasil, está claro que la estrategia de Hayes está fortaleciendo el núcleo del USWNT.
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