Para los equipos que no participan en los campeonatos de conferencia, esta era su última oportunidad para impresionar al comité de selección del College Football Playoff. Para algunos como Ole Miss, su temporada regular ya está completa, y los resultados del próximo martes podrían determinar su posición final en el Día de Selección. Otros, como Miami, dependen de la esperanza y una victoria más. Todo comenzó con el clásico Egg Bowl, que no solo mantuvo a Ole Miss en la contienda por el playoff, sino también técnicamente en la carrera de la SEC.
En un giro inesperado, Texas venció a Texas A&M, alterando las posiciones del ranking. Ahora, se espera que los Aggies caigan al rango de cuatro a seis, detrás de Georgia, quien tiene mejores victorias y está ya en el juego por el título de la SEC. La pregunta es cuán lejos caerá Texas A&M, ya que se une al club de un solo derrotado junto a Texas Tech, Oregon y Ole Miss. A pesar de la impresionante victoria de Texas, probablemente no sea suficiente para ubicarles dentro del top 10 debido a sus tres derrotas.
Indiana aseguró su participación en el juego por el título de la Big Ten y reforzó su posibilidad de mantener un bye en la primera ronda del CFP. Podría incluso alcanzar el puesto número uno si Ohio State pierde ante Michigan. En cualquier caso, enfrentar a un oponente clasificado en el juego de campeonato de la conferencia fortalecerá su posición ante el comité, independientemente del resultado.
Ole Miss probablemente aseguró un lugar en el playoff con su victoria sobre Mississippi State y mantiene una posición sólida para un juego en casa en la primera ronda. Si Alabama pierde contra Auburn, Ole Miss estará en el campeonato de la SEC. Sin embargo, incluso si no sucede, los Rebels parecen tener asegurado un puesto en el CFP. Utah, por su parte, necesitará varias sorpresas para aumentar sus opciones, ya que su victoria sobre Kansas no es suficiente para subir en el ranking sin ayuda externa.
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