Indiana venció a Purdue 56-3 el viernes por la noche, sellando su primera temporada regular perfecta y asegurando un lugar en el juego de campeonato de la Big Ten. Kaelon Black anotó dos touchdowns, mientras que Fernando Mendoza y Roman Hemby también contribuyeron con anotaciones. Los Hoosiers (12-0, 9-0 Big Ten) probablemente aseguren una plaza en los College Football Playoffs por segundo año consecutivo. Se conocerá pronto si enfrentarán a Ohio State, Oregon o Michigan por el título de la conferencia.
Indiana celebró levantando el Old Oaken Bucket en el centésimo juego del trofeo de la serie, logrando que Curt Cignetti se convirtiera en el primer entrenador de los Hoosiers en ganar sus dos primeros enfrentamientos contra Purdue desde Bo McMillin en 1934-35. Muchos dudaban de que Indiana mantuviera el nivel tras la temporada histórica anterior, pero Cignetti aseguró que no habría declive en 2025. Con una de las mejores defensas y ofensivas del país, además de un candidato al Trofeo Heisman, los Hoosiers están mejor preparados para una carrera de playoff.
Purdue (2-10, 0-9) sufrió otro año difícil, terminando la temporada del entrenador Barry Odom con una décima derrota consecutiva y sin victorias en la conferencia. En el gélido estadio Ross-Ade, con una temperatura de inicio de 24 grados, los Boilermakers no encontraron ritmo. Indiana, aunque tardó un cuarto en adaptarse al frío, mostró su superioridad con Mendoza lanzando dos pases de touchdown en el tercer cuarto.
El entrenador Odom evitó hablar de la derrota y centró su atención en mejorar el equipo para el próximo año, explorando el portal de transferencias. Entre tanto, la ofensiva terrestre de Indiana acumuló 355 yardas, destacándose las actuaciones de Hemby con 152 yardas y Black con 66. En contraste, Purdue solo logró 282 yardas en total, evidenciando la difícil temporada que tuvo el equipo.
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