SAN FRANCISCO — Stephen Curry, estrella de los Golden State Warriors, salió cojeando hacia el vestuario en los últimos momentos de una derrota 104-100 frente a los Houston Rockets. El equipo informó que tiene una contusión en el cuádriceps derecho y se someterá a una resonancia para evaluar la gravedad de la lesión. “Cuando supe que era el cuádriceps, en realidad me sentí aliviado”, comentó el entrenador Steve Kerr. “Es mejor que un tobillo o una rodilla”.
Curry tuvo varios choques en el último cuarto. Con 3:24 por jugar, intentó tomar un cargo frente al guardia de los Rockets, Amen Thompson, y fue golpeado con un codo. Tras revisar la jugada, Curry fue sancionado por bloquear en lugar de cargar. Poco después, al intentar una bandeja, fue acusado nuevamente de carga, situación que Kerr disputó sin éxito. Visiblemente dolorido, Curry fue retirado del juego a 35.2 segundos del final tras hablar con el especialista médico del equipo.
La lesión de Curry se produce en un momento delicado para los Warriors, que sumaron su décima derrota en veinte partidos tras iniciar con récord de 4-1. Tanto Jimmy Butler III como Draymond Green han criticado la falta de esfuerzo defensivo. “No bloqueamos, no seguimos el plan de juego”, afirmó Butler. A pesar de que los Rockets solo encestaron 39 de 99 tiros, obtuvieron 25 rebotes ofensivos, lo que fue determinante en su superioridad del segundo tiempo.
Draymond Green también expresó frustración por el desempeño del equipo. Pese a tener una calificación defensiva respetable, su rendimiento ofensivo está en declive. “La defensa es cuestión de actitud”, señaló Green. Jonathan Kuminga podría regresar pronto, pero los Warriors podrían enfrentar a los Pelicans sin Curry. “Sin Steph, tenemos que ser casi perfectos”, admitió Butler.
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