Liverpool invirtió £450 millones en fichajes este verano para consolidar su posición como fuerza dominante en Inglaterra tras ganar su vigésimo campeonato de liga la pasada temporada. Sin embargo, después de 12 partidos de una defensa caótica de título, el equipo de Arne Slot está camino de convertirse en el peor campeón defensor de la Premier League. La forma de Mohamed Salah ha decaído, y los costosos fichajes de verano, Alexander Isak y Florian Wirtz, no han cumplido con las expectativas. Ibrahima Konaté refleja la fragilidad defensiva del equipo, que ha concedido más goles de los que ha anotado.
La invulnerabilidad de los campeones se ha desvanecido, incluso en Anfield. La derrota en casa por 3-0 contra Nottingham Forest fue la primera vez que Liverpool pierde dos partidos seguidos en la liga por tres goles desde 1965. De los últimos siete partidos de liga, han perdido seis, lo que los ha llevado del primer lugar al undécimo. Solo el Chelsea de José Mourinho en 2014-15 tuvo un peor inicio en defensa de su título, con siete derrotas en 12 partidos. Equipos como Blackburn Rovers y Leicester City también experimentaron dificultades similares como campeones defensores.
Con casi un tercio de la temporada de la Premier League transcurrida, Liverpool se encuentra en la mitad inferior de la tabla. A pesar de esto, Slot confía en que hay una salida, reconociendo su responsabilidad por las derrotas actuales. El capitán del equipo, Virgil van Dijk, subrayó la necesidad de que los jugadores asuman su parte de la culpa y se esfuercen al máximo por cambiar la situación. Sin embargo, la tarea de Slot es complicada, especialmente con problemas en defensa y ataque.
Alex Isak aún no ha marcado en la liga, y Salah parece arrepentirse de haber renovado su contrato. La ausencia de Trent Alexander-Arnold se siente en el equipo, y la incapacidad de Slot para encontrar soluciones inmediatas está afectando al grupo. Con la partida inminente de Salah para la Copa Africana de Naciones, Slot podría buscar nuevas combinaciones en ataque. Sin embargo, el reto continúa siendo evitar que Liverpool se convierta en el peor defensor de título en la historia de la Premier League.
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