El entrenador Brian Schottenheimer de los Dallas Cowboys siempre ha dicho que un partido no se gana en los primeros tres cuartos, sino en el cuarto. Y el pasado domingo, su equipo demostró esa filosofía al remontar un marcador adverso de 21-0 contra los Philadelphia Eagles, logrando una victoria de 24-21 gracias a un gol de campo de 42 yardas de Brandon Aubrey en el último segundo.
Durante la celebración en el vestuario, el tackle defensivo Osa Odighizuwa ondeó una bandera en honor a Marshawn Kneeland, quien falleció 18 días antes. Tras perder un compañero, el equipo mostró resiliencia y determinación, reflejada en las palabras del propietario Jerry Jones: “Este equipo no se rinde. Han mostrado valentía y esperanza de llegar a los playoffs”.
Con un récord de 5-5-1, los Cowboys aún no están en puestos de playoffs y necesitan una caída de los Eagles, quienes son líderes con 8-3. Su próximo encuentro es contra los Kansas City Chiefs. La victoria fue un ejemplo de perseverancia, ya que superaron fallos como dos pérdidas de balón y un gol de campo fallido, pero aún así lograron vencer.
Dak Prescott destacó la importancia de la unión del equipo al superar momentos difíciles. Un pase de touchdown a George Pickens y una carrera suya para empatar el juego fueron momentos clave. La defensa, después de permitir tres touchdowns, se mantuvo firme, sin ceder más puntos. Finalmente, la estrategia de Schottenheimer funcionó, llevando al equipo a una emocionante victoria.
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