Los Bills de Buffalo lograron una remontada impresionante en la noche del domingo, venciendo a los Ravens de Baltimore 41-40. Matt Prater, quien se unió al equipo recientemente para reemplazar a Tyler Bass, habló con el quarterback Josh Allen antes del partido, prometiéndole dar su máximo esfuerzo. Allen, el actual MVP de la NFL, lideró al equipo desde un déficit de 15 puntos en los últimos minutos, culminando con un gol de campo de 32 yardas de Prater al expirar el tiempo.
Este triunfo convirtió a los Bills en el primer equipo en la historia de la NFL en revertir un déficit de 15 puntos en los últimos cuatro minutos de un partido inaugural. La racha de victorias en casa del equipo se extendió a 12 juegos, además de mantener su dominio en la batalla de pérdidas de balón por 23 juegos consecutivos, la más larga de la NFL. Allen registró 251 yardas por pase en el cuarto cuarto, logrando dos touchdowns terrestres, una hazaña sin precedentes desde 1978.
A pesar de las luchas defensivas, los Bills lograron detener a los Ravens en sus últimos tres series. Ed Oliver fue clave, forzando un balón suelto crítico en el último cuarto. Lamar Jackson, de los Ravens, defendió a su compañero Derrick Henry tras perder un balón en momentos cruciales. Con esta derrota, los Ravens han perdido cinco partidos después de liderar por 10 o más puntos en el cuarto cuarto desde 2019.
Finalmente, los Bills reconocen que aún hay trabajo por hacer. Aunque celebran la victoria, el enfoque está en continuar mejorando para los próximos enfrentamientos. Dion Dawkins, tackle del equipo, recordó que no es el Super Bowl y que deben seguir trabajando para los desafíos futuros.
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