Recordando la racha histórica de Cal Ripken

El 7 de septiembre de 1995, Cal Ripken Jr., el incansable campocorto de los Orioles, salió de Camden Yards como el “Hombre de Hierro” más grande en la historia de las Grandes Ligas. Esa noche fue crucial para el béisbol, revitalizando un deporte que había sido gravemente afectado por la suspensión laboral que canceló la Serie Mundial de 1994. Ripken rompió el récord de Lou Gehrig de 2,130 juegos consecutivos, una hazaña inimaginable dada la naturaleza del juego hoy en día.

Ripken recuerda esa noche como una experiencia “surrealista, casi fuera del cuerpo”. Reflejando sobre el pasado, dice que ha aprendido a valorar no solo los eventos, sino las experiencias y las personas que formaron parte de ellas. A pesar de la incomodidad inicial, reconoció que en el contexto del paro, el béisbol necesitaba un motivo de celebración, convirtiéndose en un símbolo de disciplina, lealtad y perseverancia.

El 6 de septiembre de 1995, Ripken igualó el récord de Gehrig, y en la quinta entrada del siguiente juego, el marcador cambió de 2,130 a 2,131, desatando una ovación que detuvo el juego. Ripken había cautivado tanto a compañeros como a rivales, recibiendo homenajes emocionantes como el obsequio de una pelota de su primer juego en su racha histórica. Esos momentos resonaron profundamente, subrayando la conexión con los fans y el impacto duradero de su logro.

El 30 aniversario de este acontecimiento será celebrado en Camden Yards, recordando no solo su récord, sino su dedicación al juego y a la comunidad. Ripken, a pesar de su modesta naturaleza, reconoce la significancia de su contribución al deporte y a su rica historia. El evento no solo marcó un récord, sino que revitalizó el amor por el béisbol en un momento crítico.

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