Kellen Moore siempre estuvo destinado a estar en la línea lateral de fútbol. Desde niño siguió a su padre, Tom Moore, observando cómo conducía al equipo de Prosser High School a cuatro títulos estatales en Washington. Esa influencia moldeó a Kellen, quien ahora con 37 años, es el entrenador más joven de la NFL al liderar a los Saints de Nueva Orleans. “Siempre quise ser entrenador de fútbol”, declaró Moore, inspirado por la rápida y eficiente forma de dirigir de su padre.
Moore asume el desafío de revitalizar a los Saints tras una temporada marcada por lesiones que llevaron al equipo a un registro de 5-12 en 2024. Entre las lesiones destacadas estuvieron las de Derek Carr, Erik McCoy y Alvin Kamara. Para abordar este problema, Moore contrató a Ted Rath, ex vicepresidente de rendimiento de jugadores de los Eagles. Juntos, implementar un enfoque innovador en los entrenamientos, utilizando datos para ajustar la carga de trabajo y priorizar la salud de los jugadores.
La filosofía de Moore se basa en ser meticuloso con las jugadas y el desarrollo de planes de juego. Con su impresionante capacidad para recordar y analizar jugadas, fue apodado “Rain Man” por Doug Nussmeier, coordinador ofensivo de los Saints. Moore ha destacado por su creatividad con jugadas singulares, como el touchdown de Saquon Barkley desde 19 yardas en una tercera y 17 contra los Jaguars.
A pesar de los retos inmediatos, como la jubilación de Derek Carr y Tyrann Mathieu, Moore está decidido a introducir una nueva era en los Saints. Con el lema de “juntos, alegría y dureza”, busca transformar la cultura del equipo y llevarlos de nuevo a los playoffs. Su debut contra los Cardinals será una prueba crucial de su enfoque innovador y de su capacidad para superar las adversidades.
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