Brian Schottenheimer, nuevo entrenador de los Dallas Cowboys, sigue los pasos de su padre Marty con gran dedicación. Antes de cada partido, Brian toma un momento para conectarse con Dios y su padre, buscando inspiración y fuerza. “Siempre quise hacerlo sentir orgulloso”, comentó sobre su padre, a quien considera su héroe. Marty fue un entrenador de renombre en la NFL, acumulando 200 victorias en la temporada regular, aunque nunca llegó a un Super Bowl. Brian sigue sus principios de integridad y honor mientras asume este nuevo desafío en su carrera.
A lo largo de los años, Brian se ha forjado su propio camino en la NFL. Ha trabajado con diversos equipos como coordinador ofensivo y ha mantenido el legado de los Schottenheimer. Fue considerado un candidato prometedor para numerosos puestos de entrenador, pero no obtuvo su oportunidad hasta ahora con los Cowboys. Recuerda momentos difíciles, como las dolorosas derrotas de su padre ante los Denver Broncos en los años 80, experiencias que lo marcaron y lo prepararon para el liderazgo.
Momentos emblemáticos como “The Drive” y “The Fumble” muestran la intensidad y las emociones del fútbol americano que Brian busca transmitir a su equipo. La camaradería y el compromiso son valores que aprendió de su padre y que ahora quiere inculcar en los Cowboys. “Sin eso, no tienes nada”, dice Brian, refiriéndose al espíritu de equipo y la pasión que impulsa a los jugadores.
El legado de Marty sigue presente para Brian, desde reuniones de equipo hasta interacciones con los medios. La llegada de un paquete especial con recuerdos de Marty le recordó la importancia del “gleam”, el destello del trofeo Lombardi que representa el sueño del Super Bowl. Ahora, como entrenador de los Cowboys, Brian está listo para dejar su propia marca, llevando adelante la esencia de su padre mientras busca alcanzar la cima de la NFL.
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